Roguemos al Señor - últimas reflexiones

Aldila - Oficial

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Reflexión: Lc 4,38-44

Lc 4,38-44

Curar y anunciar o curar, sin dejar de anunciar. Esa es la misión que nos da a conocer Cristo en este pasaje, misión que sus seguidores debemos asumir en nuestras vidas. ¡Sí! Se trata de poner manos a la obra, de enlodarse, de ensuciarse, de participar activamente, dando lo que podemos, lo que tenemos, lo que se nos pide, sin olvidarnos de anunciar. Es el anuncio, lo que anunciamos, lo que debe estar detrás de todos y cada uno de nuestros actos. Nuestra vida entera debe ser un anuncio. ¿Y qué es lo que anunciamos? Pues como dice Jesús, el Reino. Para eso vino Él aquí, para eso estamos nosotros, sus seguidores. ¿Y cuál es el centro de este mensaje? Que Dios es nuestro Padre, que nos creó por amor; que por lo tanto todos somos hermanos y como tales nos debemos amor.

Oremos:
Porque sepamos “curar”, atender, entender, dar, ayudar, amar a quienes lo necesitan y de este modo, Anunciar el Reino a todos.

Porque lleguemos a comprender o cuando menos aceptar y apreciar el misterioso don de la vida.

Por Beatriz, que siendo madre joven y teniendo una niña, un día tomó la fatal resolución de quitarse la vida, llevándose con ella los extraños motivos que pudieron llevarla a tal determinación, para que su espíritu encuentre la paz.

Por Alberto, que siendo sacerdote, relativamente joven fue atacado por un cáncer feroz que en muy poco tiempo se lo llevó a reunirse con el Padre, cuando todos lo necesitábamos aquí. Dale la paz que merece y ayúdanos a comprender este misterio.

Por Carlos, que hoy sería el hermano mayor de nuestra familia, que se fue al Padre aquejado por una enfermedad infantil cuando apenas tenía poco más de un año.

Por todos ellos que hoy, 3 de setiembre cumplirían un año más de vida, pero que ya partieron a reunirse con el Padre.

Roguemos al Señor…

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)

1 comentario:

Carlos A. Rodríguez dijo...

Padre Celestial,
Te gradecemos por el amor que nos das, por el cuidado e interés que muestras hacia nosotros. Con humildad te suplicamos Padre, en virtud de tu misericordia, amor y expiación de Jesucristo, que nos hagas dignos de recibir tus bendiciones y que al mismo tiempo se hagan extensivas para nuestros amigos, nuestras familias y todos aquellos que en tí confían.
Estos sentimientos lo elevamos a Tí, en el nombre de Jesucristo. Amén.

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