Roguemos al Señor - últimas reflexiones

Aldila - Oficial

jueves, 4 de febrero de 2010

Marcos 6, 7-13

Texto del evangelio (Mc 6, 7-13)

En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos. Les ordenó que nada tomasen para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino: «Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas». Y les dijo: «Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros pies, en testimonio contra ellos». Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

 

Reflexión: Mc 6, 7-13

 

Quien está con el Señor, no necesita más. Él es todo, suficiente y de sobra. Es así como debemos sentir, y es así como debemos vivir. Pero, la verdad es que nuestra fe es muy pequeña, muy precaria, muy corta, muy de conveniencia. Creemos, pero hasta cierto punto nomás. Nos erigimos en interpretes de La Palabra y pretendemos que hay que entenderla aplicando cierto criterio…Y ahí empiezan los acomodos e interpretaciones que dan por resultado una serie de caricaturas de cristianos, cada cual a su modo…Todos exigiéndose según su interpretación…Todos muy lindos y condescendientes unos con otros; todos tibios y ninguno comprometido realmente, sino solo hasta que le molesta el zapato…entonces lo tira y lo cambia por otros más cómodos, que se ajusten a su pie.

 

Y sin embargo, el Señor, al que pretendemos seguir, a cuyas órdenes nos hemos puesto, nos pide otra cosa. Él necesita una actitud distinta: hombres y mujeres nuevos, que no se aferren tanto a las comodidades de este mundo, que no anden haciendo cálculos de conveniencia, que, libres de equipaje, estén dispuestos a entregarse a fondo a la causa de la Verdad, la Justicia, la Paz y el Amor…Es decir, a la construcción del Reino.

 

Sino, fijémonos cómo manda a sus discípulos: sin alforja, sin agua, ni pan…Es decir sin nada que asegure su sustento. Sin tener resuelto aquello que nos agobia tanto, de lo que hemos hecho el propósito de nuestras vidas: el sustento diario, de qué viviremos. Esa es nuestra constante preocupación y por resolverlo "adecuadamente" damos nuestra vida entera, porque nunca estamos satisfechos. Nos volvemos exigentes y la palabra "adecuado" se va haciendo tan elástica, ampliando sus límites hasta una posición e la que siempre estamos por alcanzarla, pero como hace falta algo más, nunca llegamos. Así pasamos toda la vida persiguiendo una quimera.

 

Cuando queremos reaccionar, nos damos cuenta que hemos caído presos, esclavos de un modo de vida, del que no podemos sacudirnos. Y sin embargo, Dios Padre nos creó libres; y así nos convocó el Señor, a evangelizar el mundo. Libres, sin nada que nos ate, más que el fervor evangélico. Eso es lo que espera Cristo de nosotros. Eso nos pide. Fe y entrega total a la causa.

 

Nosotros, ¿qué le respondemos? Un momentito, espera, que voy a acomodar esto o aquello, que voy a terminar de asegurar esto otro…Estoy ocupado cobrando, o sembrando o cosechando…Un momento que voy a ver a mis padres, a mis hijos, a mi esposa, a mi casa, a mi negocio…Un momento que me sacudo de todos estos compromisos; espera un segundo, que aquí me necesitan…resuelvo esto y voy…Y finalmente, nunca vamos, porque tenemos tanto que hacer…Y cuando decidimos marchar, empezamos a ver y a medir la tarea y empieza nuestra interminable relación de todo lo que necesitamos para emprenderla. Y el Señor nos dice, no lleven nada. Ni si quiera dos túnicas…

 

 

 

Oremos:

 

Señor, que lleguemos a comprender que Tú bastas. Que quien te tiene a Ti, lo tiene todo, no necesita más nada. Que así, con ese espíritu nos entreguemos a la Misión que nos has encomendado. Que no flaqueemos. Que hagamos vida el evangelio. Amén.

 

 

Roguemos al Señor…

 

Te lo pedimos Señor.

(Añade tus oraciones por las intenciones que desees, para que todos los que pasemos por aquí tengamos oportunidad de unirnos a tus plegarias)



--
...se hace camino al andar.
------------------------------------------

Miguel Damiani B.
Apoyo Total S.A.

Reflexiones de HOY